martes, 22 de mayo de 2012

Libro: Conociendo a Jesús


La idea de este libro es que podamos conocer a Jesús. Para conocerle no vasta tener información sobre Él, también se hace necesario estar con Él. 
La mera información sobre alguien no me permite conocer a esa persona, se hace imprescindible el contacto, la cercanía e intimidad que sólo un momento a solas nos puede dar.


martes, 17 de enero de 2012

Reseña critica del libro: Misión en transformación.


David Bosch, Misión en transformación: cambios de paradigma en la teología de la misión, Libros de desafío, 2000.

Este libro es una reflexión sobre la misión cristiana desde una perspectiva escéptico y no deriva sus reflexiones solo de las Escrituras.

David Bosch, profesor de misiones en Sudáfrica, toma su esquema interpretativa de Hans Küng, autor católico, quien ve más esperanza en enseñar ética que proclamar el evangelio de Jesús. Küng toma la idea de “cambio de paradigma” de Tomás Kuhn. Küng aplica su idea a toda la historia de la iglesia (1984) y Bosch lo aplica sólo a la historia de la misión cristiana (1991).

El libro de Bosch traza la historia de la misión cristiana. Él habla de seis paradigmática cambios en la manera en que se hace la misión.

Empieza con dos de los evangelios, Mateo y Lucas-Hechos. A este “paradigma” Bosch lo llama Apocalíptico. Este paradigma dura hasta por el año 200. La meta de la misión es de hacer discípulos.

De allí pasa a un modelo griego-patrístico que dura desde el año 250 hasta el año 400. La meta en este etapa es vida.

El tercer modelo es la de la iglesia católica medioevo que se consolidaba en el año 600 y dura hasta 1450. La meta era la expansión del cristiandad.

El cuarto paradigma es la reforma protestante y se extiende hasta el año 1750. La meta era la renovación.

El quinto paradigma es de las misiones modernas que empieza por 1750 y dura hasta 1950. La meta en este etapa era la salvación y una mejor vida.

El sexto paradigma empieza en 1950 y dura hasta el presente. Este periodo no tiene un nombre todavía. La meta actual es de hacer discípulos para una transformación social y espiritual.

Se ve donde Bosch representa la postura de los escépticos en cuanto a las escrituras, cuando no incluye los cuatro evangelios en su definición del evangelio. Sólo se base en libros “aceptables” por todas las corrientes escépticos. Esto reduce el evangelio a un mínimo.  También da la idea de que uno puede escoger lo que quiere del evangelio.

Hay dos presupuestos.  Uno es que Mateo, Lucas-Hecho y Pablo representan tres paradigmas de misión distintos. (78-79). Y el tratamiento de Pablo sólo es a partir de las cartas: Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Filipenses, 1 Tesalonicenses y Filemón. Las otras seis cartas de Pablo están ignoradas por Bosch por no tener un consenso de que fuera Pablo su autor (160).

Otra presuposición es que el hombre esta progresando o mejorando con el tiempo. Esta ilusión esta de tras el desarrollo de todo el libro. Al contraste, la Biblia no presenta el hombre que se mejorar. Todos somos dignos de muerte. No alcanzamos mejorar en nuestra ética o en nuestra relación con Dios como raza.

Estas dos presuposiciones influyen todo el libro, porque dan el peso fuerte a la cultura y no a la revelación de Dios. También las metas de cada edad muestran que Bosch considera los cambios en la misión de la iglesia por la cultura, cuando debe haberlo mostrado cambios en la cultura por la influencia del evangelio. Pero el peso del argumento del libro es para mostrar como la cultura ha cambiado el evangelio.

La idea de Bosch que el cristianismo esta cambiando, esta el opuesto de la enseñanza del Pablo.  En Gálatas 1:8-9 dice que cualquier cambio en el evangelio es anatema o maldito. En 2 Timoteo Pablo indica que debemos “retener la norma de las sanas palabras que has oido de mí, ...” (2 Timoteo 1:13 NBLH). Y continua “Guarda, mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros, el tesoro que te ha sido encomendado” (2 Timoteo 1:14 NBLH). Esto es como dice Jeremías, “Mi pueblo ha cometido un doble pecado, han abandonado la fuente de agua viva (el Dios de las Escrituras) y han cavado sus propias cisternas (inventado otras palabras)” (Jeremías 2:13).

Si Bosch tiene razón:
No tenemos un evangelio, sino muchos.
No tenemos una Biblia, sino muchas “escrituras”.
No tenemos un filtro para rechazar las nuevas (emergentes) ideas.
No tenemos una razón de rechazar a apóstoles contemporáneos  que no pueden dar testimonio de las enseñanzas de Jesús.
No tenemos un filtro para rechazar novedosas enseñanzas.
No tenemos la misión de proclamar el evangelio bíblico.

El libro de Bosch tiene valor en que muestra las presiones culturales que han estado presentes en la historia para moldear las prácticas, liturgias y enfoques de la misión. Muchas veces estas fuerzas no han sido evaluadas por las Escrituras pero han sido incorporadas a la iglesia.

La meta de la primera edad no ha cambiado.  Dios no ha cambiado.  El sigue con su gran comisión de hacer discípulos de todos las familias, enseñándoles a guardar todo lo que había mandado...(Mateo 28:16 a 20).

domingo, 12 de diciembre de 2010

¿POR QUÉ ANTIOCO IV NO ES EL CUERNO PEQUEÑO?

La gran importancia de entender el asunto y la necesidad de poder defender nuestras creencias respondiendo de manera sólida las particulares interpretaciones de la profecía, han sido la motivación para preparar este articulo que espero sea de apoyo para todo creyente sincero, interesado en el conocimiento de la verdad.
I. LA POSTURA BÍBLICO HISTORICA
Las visiones presentadas en Daniel  2,7 y 8, tienen básicamente el mismo sentido. Todas, a su manera, nos muestran la sucesión histórica, política y religiosa de los imperios y poderes que dominarían la tierra desde ese momento hasta la eternidad.
Daniel 2 muestra una imagen de diversos metales, en la cual es posible identificar 4 reinos y un quinto que durará por siempre.



Daniel 7 nos muestra 4 bestias salidas del mar, las cuales tienen relación con los 4 reinos del capitulo 2, pero la cuarta bestia del capitulo 7 cumple un papel mas protagónico y dentro de esta, el cuerno pequeño que aparece, literalmente, “se roba la película.” El cuerno pequeño llega a tener un papel central y se dedica más tiempo para hablar de él más que de todas las bestias incluso la cuarta.[1] Esto demuestra la importancia de la identificación de este cuerno pequeño.
En Daniel 8 no encontramos todos los aspectos de Daniel 2 y 7 pero de todas formas el escenario es similar. En primer lugar, encontramos un carnero que fue atacado y derrotado  por un Macho Cabrío al que se le cae su prominente cuerno y en lugar de e aparecen otros cuatro cuernos prominentes hacia los cuatro puntos cardinales y de un de esos puntos cardinales[2] aparece un cuerno pequeño, el cual realiza una serie de atrocidades convirtiéndose, al igual que en el capítulo 7, en el “personaje de la visión.”

De esta forma tenemos que los 4 reinos presentados en Daniel 2 son los mismos identificados en Daniel 7. En primer lugar tenemos a Babilonia, luego los Medos y Persas, en tercer lugar los Griegos  y el cuarto que no fue explicado directamente a Daniel, tiene todas las características de Roma, tal como lo interpreta la línea historicista. En Daniel 8 no encontramos un equivalente para Babilonia puesto que la visión fue dada en el año tercero del reinado del rey Belsasar, cuando Babilonia ya había caído. El carnero representa a Media y Persia, mientras que el macho Cabrío, en forma secuencial, representa a Grecia, con su cuerno prominente, Alejandro Magno. Hasta ahora no se ha hecho necesario recurrir a especulaciones e interpretaciones puesto que la misma Biblia tiene las respuestas.

Sin necesidad de mucha argumentación y siguiendo un orden lógico y sistemático dado por la Biblia podemos inferir que el cuarto reino del capítulo 2, el cuerno pequeño que aparece de la cuarta bestia del capitulo7 y el cuerno pequeño del capítulo 8 tienen un relación directa y se refiere al mismo poder. Algunos de los paralelismos entre el cuerno pequeño de Daniel 7 y 8 son:

  1. se describe a ambos con el mismo símbolo, un cuerno.
  2. Ambos son poderes perseguidores (7:21,25; 8:10,24)
  3. Ambos se exaltan a si mismos y blasfeman (7:8,20,25; 8:10-11,25)
  4. Ambos se extienden hasta el tiempo del fin (7:25,26; 8:17,19)
  5. Ambos serán destruidos en forma natural (7:11,26; 8:25)
Claramente el cuerno pequeño representa un poder terrible que surge después de la disolución de Grecia, un poder prospero que destruye al pueblo de Dios.[3]
Los reformadores protestantes del siglo XVI identificaban el "cuerno pequeño" con el papado, que daría origen a la "abominación desoladora" acerca de la cual habla Daniel.13 
La IASD identificar al cuerno pequeño de Daniel 7 y 8 con el cuarto imperio de Daniel 2, es decir a Roma en sus dos fases, la imperial y la papal.
 El Dr. Gerhard Pfandl, identificando al cuerno pequeño con el poder papal señala:
 “Mediante esta clase de enseñanzas (la intercesión de los santos, confesar los pecados ante el sacerdote y el sacrificio de la misa), el ministerio de Cristo en el Santuario celestial ha sido arrojado de las mentes de muchos cristianos y, en su lugar, ha sido desplazado por sustitutos que confunden al alma. Mediante la Misa y el confesionario, las mentes de los creyentes cristianos son alejadas de una dependencia continua del ministerio mediador del Salvador en su Santuario. Por medio de elaboradas ceremonias, todo hecho en el nombre de Cristo, el ministerio de Cristo se oscurece y se pierde de vista“.[4]
III. LA TESIS MACABAICA
La tesis Macabaica[5] atribuye a Antioco IV el protagonismo en el papel del cuerno pequeño.
Este Antíoco IV o Epifanes era el octavo rey (175-164 a.C.) de la dinastía de  Seléucida del reino Griego[6] que más tarde llego a ser conocida como Siria.[7]
Antíoco IV es mencionado por algunos historiadores antiguos y en los libros Macabeos. Antíoco III “El Grande” fue su padre quien abría logrado extender su territorio, pero fue derrotado por los romanos en el año 190 a.C. en la batalla de magnesia.
Antíoco IV se preocupo por recuperar los territorios de su padre y llegar con su cultura a todos, teniendo más éxito en esto último. Instauro su propia adoración y fundo Gimnasios en diferentes ciudades entre ellas Jerusalén.
En el año 169 a.C. Saquea el templo y en el 167 a.C. lo profana erigiendo una estatua de Zeus y cambiando el altar de YHWH por uno a usanza griega.[8]
Con esto se inicia una verdadera persecución religiosa[9] que también incluye la abolición del Sábado, prohibición de la circuncisión, regulaciones dietéticas entre otros. Todo esto provoca una reforma religiosa de parte de los Judíos, apareciendo Judas Macabeo quien logra re-dedicar el templo a YHWH.
La critica Moderna trata de ver en Antíoco IV el cumplimiento profético del cuerno pequeño. Desde 1°Macabeos, pasando por Josefo, los padres de la iglesia siria, hasta el neoplatónico Porfirio, se insinúa o se plantea abiertamente esta interpretación.[10]
A continuación presentaremos una serie de argumentos Bíblicos a favor de esta postura:[11]
  1. Antíoco fue un rey Seléucida: pudo haber surgido de uno de los cuatro cuernos de Daniel 8:8 (si es que ese fuera el origen del cuerno pequeño).
  2. La sucesión de Antíoco fue irregular: Daniel 8:24.
  3. Antíoco persiguió a los judíos.
  4. Antíoco contamino el templo de Israel e interrumpió sus servicios.
De esta manera la Crítica moderna intenta identificar a Antíoco IV como el Cuerno pequeño.

IV. ¿POR QUÉ ANTIOCO IV NO ES EL CUERNO PEQUEÑO?
Antíoco IV no puede ser el cuerno pequeño puesto que el pertenece a la dinastía Seléucida que en mejor de los casos pertenece a uno de los 4 cuernos, pero el cuerno pequeño saldría de uno de los 4 vientos (Daniel 8:9) hacia los cuales crecen los 4 cuernos, de esta manera es gramaticalmente imposible que Antíoco IV  sea el cuerno pequeño. Sin embargo Roma si cumple con esta característica puesto que surge de uno de los vientos donde ningún poder importante había surgido todavía.
La frase que aparece en el versículo 23 en relación “al final de su reinado” deja a Antíoco IV completamente fuera de competencia puesto que el era el numero 8 de una lista de 18 reyes de la dinastía Seléucida,[12] el cuerno pequeño debe ser un poder ajeno a el representado por el macho cabrío pero Antíoco forma parte de el.
Según el versículo 22 la actividad del cuerno pequeño supera incluso a la del cuerno prominente del macho cabrío, de esta manera tenemos que Antíoco debería ser superior en gloria y grandeza a sus predecesores e incluso al gran Alejandro Magno, pero la verdad de las cosas es que Antíoco apenas llego a ser un gobernante mediocre en medio de un lista de gobernantes sin gloria y sometidos. Antíoco IV no llego a superar ni a su padre Antíoco III.

En Daniel 8:9 encontramos que el cuerno pequeño crecería hacia el Sur, el Oriente, el Norte y hacia su propio origen, la tierra hermosa, Antíoco IV definitivamente no cumple estas características. No solo no creció mucho sino que cuando intento hacerlo hacia el sur fue detenido por un general romano, cuando fue al oriente encontró la muerte, tubo el control momentáneo de  palestina puesto que seria expulsado por el levantamiento Macabeo, simplemente Antíoco IV no cumple las características de los versículos 9 y 10. Roma  por otro lado creció en gran manera no encontrando oposición dentro de sus limites y en todas las direcciones.

El versículo 12 describe una serie de actividades que serian realizadas por el cuerno pequeño, aberraciones que no tienen ninguna relación con las obras de Antíoco IV . Daniel 8:12 dice :  Y el ejército será entregado al cuerno junto con el continuo a causa de la transgresión; arrojará por tierra la verdad y hará su voluntad y prosperará.
Antíoco no fue capaz de echar por tierra la verdad, ni realizo su voluntad ni fue prosperado, al menos de la forma como es descrita en la profecía, Roma y no Antíoco, cumple las características proféticas de el cuerno pequeño.

V. CONCLUSIONES
En relación a las profecías de Daniel 2,7 y 8 resulta evidente la Interrelación, en realidad se trata de la misma profecía vista de distintos ángulos y perspectivas y enfatizando distintos aspectos. Las piernas de hierro, la cuarta bestia y uno de los vientos  representan a Roma imperial de donde saldría el cuerno pequeño, la Roma papal.

Al referirnos a la postura macabaica, son solamente 2 los argumentos que la respaldan bíblicamente la persecución de los judíos y la suspensión de los sacrificios y la contaminación  del templo. Pero son muchísimos más los argumentos que demuestra la falta de relación entre Antíoco y el “cuernito.”

Finalmente podemos concluir que no existe evidencia alguna para relacionar a Antíoco IV con la profecía de Daniel, Antíoco no tiene cabida en el relato bíblico ni en su cumplimiento histórico a pesar de los esfuerzos notables de algunos por hacerlo encajar, por todo lo expuesto concluimos que Antíoco IV no puede ser el cuerno pequeño.


[1] Para una  mayor información en relación al protagonismo del cuerno pequeño y la importancia de su identificación para la teología Adventista ver: Clifford Goldstein. 1844 Hecho Simple. (Miami: Asociación de Publicaciones Interamericanas, 1991), 24.
[2] La mayoría de los comentadores suponen que el cuerno pequeño salió de uno de los cuatro cuernos, pero la gramática hebrea implica algo diferente: que el poder del cuerno pequeño vino de uno “los cuatro vientos del cielo”, no de los cuatro cuernos. Para una discusión mas completa sobre el origen  del cuerno pequeño. “y de uno de ellos”(Daniel 8:9), ver: William Shea. Estudios selectos sobre interpretación Profética- serie de la comisión de estudios sobre Daniel y Apocalipsis. (Buenos Aires: ACES. 1990).
[3] Clifford Goldstein. 1844 Hecho Simple. (Miami: Asociación de Publicaciones Interamericanas. 1991), 31.
[4] Gerhard Pfandl. “Daniel”. En Guia de estudio de la Biblia. (Buenos Aires: ACES, 2004:4),
[5] Nombre dado a la teoría que identifica al “cuerno pequeño” con Antioco IV. Inicialmente solo era defendida por la iglesia Católica para poder librarse de la vinculación que se le hacia con dicho poder, posteriormente Teólogos Protestantes de corte liberal también la usaron. En la actualidad la mayoría de los eruditos liberales creen ver en Antioco IV la personificación del cuerno pequeño.

[6] Para mayor información concerniente al reinado de Antioco Epifanes ver: Jurs Eggler. “La historia de Antioco Epifanes”, Theologika 10:2 (1995) 146-191. No se da una interpretación al asunto, solo se trata de información y discusión de fuentes históricas.

[7] Mervin Maxwel. El misterio del futuro revelado. (Buenos Aires: ACES. 1991), 190.

[8] Merling Alomia. “La identidad del cuerno pequeño en Daniel 8:Un examen de la hipótesis de Antíoco Epifanes.” Theologika 3 (1988), 104
[9] En las obras de Bickermann, Tcherikover y Hengel hay un cambio en la interpretación de la persecución de Antioco IV Epifanes. Hasta el ultimo siglo se aceptaba que Antioco Epífanes fue el iniciador de la persecución. Sin embargo, se han sucitado diversas reacciones a este punto de vista. Ver: Jurs Eggler. “La historia de Antioco Epifanes”, Theologika 10:2 (1995) 187.
[10] Ricardo Abos-Padilla. “En defensa de Antíoco IV Epifanes: 47 ½ tesis sobre el libro de Daniel”. Theologika 6 (1991)
[11] William Shea. Estudios selectos sobre interpretación Profética- serie de la comisión de estudios sobre Daniel y Apocalipsis. (Buenos Aires: ACES. 1990), 35
[12] Antolin Diestr Gil. El sentido historico y la palabra profetica. Un análisis de las claves históricas para comprender el pasado, presente y futuro político religioso de la humanidad, desde la civilización babilonica al nuevo Orden Mundial.(Barcelona. Editorial Clie. 1995), 1:90

domingo, 13 de junio de 2010

PASOS EN EL PROCESO EXEGÉTICO


Una vez que se seleccionado el texto a estudiar, lo primero que se debe hacer es establecer el texto a través de la crítica textual. Podemos preguntar ¿Cuál es el texto original. Esto se debe a que existen variantes textuales debido a la cantidad de los testigos textuales existentes. Estas variantes no cambian el mensaje bíblico pero algunas son significativas. Para lograr el objetivo planteado se necesita el uso de idiomas originales (hebreo/arameo y griego). Bibliografía básica sugerente en español es:
Elliger, K., y W. Rudolph. 5º ed. Biblia Hebraica Stuttgartensia. Stuttgart: Deutsche Bibelgesellschaft, 1997.
Kittel, R. Biblia Hebraica. 16º ed. Sttugart: Wuerttembergische Bibelansalt, 1973.
Rahlfs, A. ed. Septuaginta. Stuttgart: Wuerttembergische Bibelansalt, 1965.
Nuevo Testamento Griego. 3º ed. Nueva York: Sociedades Bíblicas Unidas, 1975.

Paso 2 Establecer la Traducción
Una vez determinado el texto original el siguiente paso es establecer la traducción. La pregunta que debemos considerar es ¿Qué dice el texto original?. Para una traducción de texto se debe tener en cuenta la gramática y vocabulario del lenguaje original. Bibliografía básica sugerida en español.
Meyer, Rudolf. Gramática el hebreo bíblico. Terrassa: CLIE, 1989.
Dana, H. E. y J. R. Mantey. Manual de grámatica del Nuevo Testamento griego. El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 1975.

Paso 3 Establecer el Significado
Para establecer el significado del texto en estudio hacemos la siguiente pregunta: ¿Qué significan esas palabras?. Para lograr dicho objetivo debe utilizarse la sintaxis de las oraciones e investigar el significado de las palabras y/o frases importantes del texto en estudio. Debe tomarse en cuenta el uso de dichas palabras/frases en otras ocasiones y lo que señalan los diccionarios teológicos.
Al señalar la sintaxis de las oraciones se hace referencia a la estructura de la oración y la función de las palabras (cadenas constructas, sustantivos, verbos, preposiciones); frases idiomáticas y preposiciones difíciles de traducir.
En el estudio de palabras/frases importantes se debe consultar como lo usa el mismo autor en otras ocasiones y en el periodo contemporáneo por otros autores. De esta manera se tendrá una idea clara del uso de las palabras. Luego utilizar diccionarios teológicos. Llegar a una traducción clara y literal debiera ser el resultado de los tres primeros pasos intentando ser independiente de cualquier versión bíblica existente. Bibliografía básica sugeridaen español:
Tuggy, Alfred E. Concordancia de las preposiciones del Nuevo Testamento griego. Barcelona: CLIE, 1984.
Denyer, C. P. compilador. Concordancia de las Sagradas Escrituras: Revisión de 1960 de la versión Reina-Valera. Miami: Editorial Caribe, 1969.
Parker, Jorge. Léxico-concordancia del Nuevo Testamento en griego y español. El Paso, TX: Mundo Hispano, 1982.
Botterweck G. Johannes y Helmer Ringgren. Diccionario teológico del Antiguo Testamento. Traducción española de Alfonso de la fuente Adanez. Madrid: Cristiandad, 1973.
Diccionario Teológico Manual del Antiguo Testamento. 2 vols. Editado por Erns Jenni. Traducción de Rufino Godoy.. Madrid: Ediciones Cristiandad, 1985.
Girdlestone, Robert Baker. Sinónimos del Antiguo Testamento. Terrasa: CLIE, 1986.
Diccionario Teológico del Nuevo Testamento. 4 vols. Editado por Lothar Coenen, Erich Beyreuther, Hans Bietenhard. Edición española preparada por Mario Sala y Araceli Herrera. Salamanca: Ediciones Sígueme, 1985.
Robertson, Archinbald T. Imágenes verbales en el Nuevo Testamento. 6 vols. Terrasa: CLIE, 1989.
Wine, E. E. Diccionario expositivo de palabras del Nuevo Testamento. 4 vols. Barcelona: CLIE, 1984.
Schökel, Luis Alonso. Diccionario Bíblico Hebreo-Español. Madrid: Editorial Trotta S. A., 1994.

Paso 4 Establecer Interrelaciones Literarias
En este paso debe responder a las siguientes preguntas: ¿Qué clase de literatura es? ¿Historia? ¿Profecía? ¿Poesía?. Además debe tenerse en cuenta cual es la relación del texto en relación al contexto. Se debe revisar el contexto general del libro, del capítulo y de la perícopa que contiene al texto en estudio. Bibliografía básica sugerida en español:
Harrison, R. K. Introducción al Antiguo Testamento. 2 vols. Traducido del inglés. Jenison, Michigan: 1990.
Wikenhauser, Alfred. Introducción al Nuevo Testamento. Trad. por Constantino Ruiz Garrido. Barcelona: Editorial Herder, 1978.
Nichols, F. D., ed. Comnetario bíblico adventista. Rad. Víctor E. Amuero Matta. Boise, ID: Publicaciones Interamericanas, 1978-1990.
Se recomienda el uso de distintos comentarios bíblicos (no los comentarios del texto sino la introducción al libro en cuestión – estructura y/o esquema del libro, estilo literario) teniendo en cuenta que algunos de los comentarios bíblicos tienen un tendencia hacia la Alta Critica. Por lo cual se debe tener en cuenta dicho asunto al utilizar los comentarios bíblicos. Se recomienda también bibliografía especifica en referencia al libro (Romanos, Génesis, Daniel, Salmos, etc.) del cual se extrae el texto bíblico. Se espera que el investigador conozca la gramática del idioma original y sea capaz de realizar un análisis sintáctico-gramatical del texto en cuestión.

Paso 5 Establece el Contexto Histórico y Geográfico
¿Cuándo y que sucedía mientras se escribió el texto que ayude a explicar el texto?, ¿Cómo eran el clima y la geografía del lugar donde sucedió el evento?. La información histórico-geográfica nos ayudará para establecer la relevancia del texto en su tiempo. Tener en cuenta el contexto social, económico, político, cultural, religioso, además el clima y la geografía. Bibliografía básica sugeridaen español:
Enciclopedia de la Biblia. 6 voils. Barcelona: Ediciones Gariga, 1963-1965.
Kemp de Money, Netta. La geografía histórica del mundo bíblico. Miami: Vida, 1976.
Leon-Dufour, Xavier. Diccionario del Nuevo Testamento. Barcelona: Herder, 1975.
Tidwell, J. La geografía bíblica. El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 1975.
Baez Camargo, Gonzalo (seudonimo). Comentario arqueológico de la Biblia. San José, Costa Rica: Editorial Caribe, 1979.
Cornfeld, Gaalyahu. Arquelogía de la Biblia. Buenos Aires: Víctor Lerú, 1980.
Bright, John. La Historiade Israel. Buenos Aires: Methopress, 1966.
Koester, Helmut. Introducción al Nuevo Testamento. Salamanca: Ediciones Sígueme, 1988.
Schuerer, Emil. La historia del pueblo judío en tiempos de Jesús. Vols. Madrid: Cristiandad, 1973.

Paso 6 Establecer el Significado Teológico
La pregunta que debemos responder en este paso es la siguiente: ¿Cuál era el significado religioso y teológico del texto para la gente que lo escuchó o leyó cuando fue dado originalmente?. La teología del texto es el resultado de la compresión biblico-teológica que debiera emerger en forma natural de los cinco pasos anteriores. Una vez que el investigador establece su propia comprensión del texto es valido comparar con otros comentaristas con el afán de confirmar o corregir alguna conclusión si fuera necesario. No se recomienda leer comentarios antes de llegar a este paso pues se corre el riesgo de ser influenciado por alguna idea y así producir sesgo en la investigación. Hacerlo a esta altura del estudio le permite al investigador hacer critica fundada sobre las diferentes posiciones teológicas existentes.

Paso 7 Establecer el Significado par el Presente
Una vez determinada la Teología el texto para el tiempo en que fue escrito se puede dar una aplicación para nuestros días. Este paso final tiene por objetivo darle significado teológico a la iglesia de hoy. Este paso se basa en la extracción de los principios teológicos descubiertos en el paso anterior y aplicarlos a nuestro contexto. Si se sigue los pasos aquí descritos entonces se habrá hecho exégesis, de lo contrario se habrá hecho eiségesis, lo cual es dañino para la predicación y la compresión del texto bíblico.

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viernes, 5 de junio de 2009

RESEÑA CRITICA: "Sacerdocio radicalmente nuevo. Cristo y su sacerdocio “profético” y misericordioso en la carta a los hebreos"


Profeta antes que sacerdote. La idea principal que el autor pretende construir en esta sección se resume básicamente el la función profética de Cristo como Kerigma del padre en su ministerio terrenal, tratando de conectar esto con su función soteriológica en la epístola. Dedica, nuevamente, espacio a establecer la imposibilidad de Cristo de desempeñarse como sacerdote por no ser del linaje de Levi, presentando de esta forma el argumento de la orden de Melquisedet como una solución del autor de la epístola a este impedimento legal, para justificar el derecho sacerdotal de Cristo.
La originalidad del sacerdocio. Esta sección comienza catalogando de “espinoso” el uso del el autor de la epístola realiza del tema del sacerdocio de Cristo, resaltando la singularidad del mismo en relación con las funciones sacerdotales conocidas y el hecho mismo de la duplicidad funcional de Cristo como sacerdote y Sumo Sacerdote a la vez.
Un sacerdocio solidario y misericordioso. La misericordia de Cristo y su superioridad sacerdotal queda de manifiesto en su encarnación al compartir la forma de sus hermanos, aun cuando no se mencione expresamente se encuentra implícita la idea de que su encarnación como requisito indispensable para el desempeño de su sacerdocio. Esa aparente humillación de Cristo al despojarse a si mismo para asumir la forma de siervo haciéndose igual a sus hermanos es la que le permite ser compasivo y misericordioso al momento de espiar los pecados de sus hermanos con quienes les une un vinculo común, pues es uno de ellos y conoce sus pecados. Hasta aquí podríamos estar de acuerdo con las ideas presentadas pero a continuación el autor pretende encontrar en lo que el llama “la refundación teológica y espiritual del sacerdocio de la antigua alianza” (p. 21) una justificación para el sacerdocio católico, tanto en institución como en funcionalidad. Si bien esta idea no se manifiesta abiertamente se propone la cristología sacerdotal de hebreos como un ejemplo de un nuevo sacerdocio que no puede explicarse de la manera sacerdotal tradicional y que demuestra que si puede existir un sacerdocio “mas humano, mas kenótico y mas esencialmente simple” (p. 22), dejando de esta manera un supuesto respaldo en la epístola para la actual función sacerdotal que se desempeña en el oficio católico. Posterior mente se desarrolla la idea de Un sacerdocio compasivo y Un sacerdocio mas humano como elementos básicos de la teología sacerdotal de Cristo presentada por el autor de la epístola. En cuanto a la primera idea el clímax de su argumentación se encuentra en que la compasión de Cristo no radica en su “ser igual a Dios” o su estatus de hijo del altísimo, sino en su semejanza a sus hermanos al haber estado al lado de sus hermanos viviendo sus mismas debilidades.
Sacerdocio de una alianza nueva. Para el autor la nueva alianza es una elaborada tesis del autor de la epístola con el propósito de entregar una religión mucho mas elaborada a aquellos ex judíos que extrañaban la firmeza y profundidad de su antigua religión comparada con la simpleza del evangelio. En primer lugar considero que considerar que el cristianismo era demasiado sencillo y necesito de alguien que encontrara una conexión tipológica con el ritual levítico para entregarle consistencia a la teología cristiana es, más que una herejía, un perfecto ejemplo de falta de visión y comprensión de la realidad. En segundo lugar, creo que la carencia del autor al no comprender todo el panorama más allá de lo evidente a través de los ojos del gran conflicto, se hace evidente a través de todo el trabajo, marcándose principalmente en esta ultima sección. Es esta falta de visión la que le impide ver plenamente la presencia de un santuario celestial y conectar todas las piezas que a ratos pareciera omitir voluntariamente opacando aquellos destellos de lucidez que resaltan intermitentemente en su razonamiento. Aquellos elementos básicos del plan se salvación (idea aparentemente desconocida para el autor) son presentados como inclusiones intencionales de parte de hombres carentes de la dirección divina, como un intento humano de hacer mas atractiva, humana y terapéutica la teología cristiana. Las conclusiones a las que llega el autor (aun cuando el autor omite el termino conclusiones prefiriendo catalogarlas como “consecuencias para la vida cristiana”) pueden sonar contradictorias a la liturgia ofrecida por la iglesia católica, puesto que nos muestra la inutilidad de los sacrificios y el libre acceso de los creyentes hasta el trono de la gracias para encontrar oportuno socorro, es difícil creer que el sacrificio de la misa y la falta de libertad (intercesores, Maria, sacerdotes de confesión, etc.) hacia el trono de la gracia por parte de la iglesia no resultara contradictorio para el autor. Tan contradictorio como suena para nosotros su falta de autocrítica como católico al analizar textos como “de una vez y para siempre” y al resaltar lo inútil de los sacrificios externos.
Finalmente compartimos plenamente con el autor la idea presenta da al final del trabajo, la presencia de Cristo en el corazón humano debe ser permanente y real, para que su obra sumo sacerdotal sea efectiva.
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lunes, 18 de mayo de 2009

PONENCIA: VII SIMPOSIO BÍBLICO TEOLÓGICO SUDAMERICANO

miércoles, 22 de abril de 2009

EDITORIAL (revista de investigación CATHEDRA. Año 2 / Numero 1 / ISSN: 1992-5123)



miércoles, 16 de julio de 2008

LA INTRUDUCCION DE LA SEGUNDA EDICION DEL LIBRO "CONOCIENDO A JESUS"



Te aseguro que cuando encuentres las respuestas a estas interrogantes en la persona de Jesús tu vida no podrá ser la misma, tu forma de entenderlo, todo cambiará y la vida será mucho más maravillosa de los que alguna vez soñaste. No leas este libro a la ligera como apresurándote por llegar al final sin disfrutar del viaje. Te invito que hagas tuyo este libro, que lo personalices escribe en los bordes, entrelíneas y subráyalo, he incluido muchas líneas en blanco para que tú puedas compartir lo que piensas y así juntos podamos terminar de escribir esta aventura: tú aventura de conocer a Jesús. Al final de cada capítulo encontrarás un espacio para que puedas sintetizar con tus propias palabras lo que has aprendido, por favor no pases al siguiente capítulo si primero no has meditado en lo que acabas de aprender sólo de esta manera habrá valido la pena el tiempo invertido. También he añadido una lista de versículos que pienso sería súper útil que puedas conocer y que te ayudarán a compartir lo que irás aprendiendo con otros. A medida que avances descubrirás que es casi imposible no hablarles a otros de Jesús una vez que lo conoces bien. Al escribir este libro oré mucho para que experimentaras lo maravilloso y espectacular que es conocer a Jesús, no imaginas las cosas que ocurrirán en tu vida durante este proceso pero te aseguro que no te arrepentirás. También ocurrió conmigo y millones de personas que a lo largo de la historia han descubierto quién es Jesús. ¿Estás listo para empezar?

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lunes, 19 de mayo de 2008

EL EJEMPLO DE JESUS: UNA PEDAGOGIA PARA EL MANEJO DE LAS EMOCIONES



El enojo, la tristeza, la desesperanza, la angustia y el temor son solo algunas de las emociones que cada día debemos enfrentar, la forma en que reaccionamos frente a ellas determina en gran manera nuestra productividad y relaciones humanas.
Como cristianos reconocemos en Jesús un modelo de vida, por esto al estudiar la manera en que el Señor afronto el manejo de sus emociones puede significar para nosotros un modelo a seguir y podremos aplicar dichos principios  en la relación maestro alumno, dentro y fuera del aula.
Palabras claves: emociones, sentimientos, manejo, proactivo, Jesús.

Introducción
Los Evangelios son, sin lugar a dudas, los libros más populares, queridos y leídos de toda la Biblia. Esto no se debe precisamente a la calidad de su escritura ni a la capacidad literaria de los autores, todo el atractivo que es posible encontrar en ellos radica únicamente en una persona: Jesús de Nazareth, aquel Verbo hecho carne1 que habitó entre nosotros (Juan 1:14).

La escritura nos menciona que es en Cristo en quien encontramos un puente conector entre la humanidad perdida y Dios. Como nuestro Salvador debía ser perfecto y santo, pero a la vez semejante en todo a sus hermanos2 (Heb 2:17); Pablo mismo desarrolla esta  idea en Hebreos 4:15 al decir: “Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado”.3

Esta sola declaración debería ser suficiente para eliminar el comentario común donde se menciona que ‘como Cristo era bueno (sin pecado-Dios) pudo vivir como lo hizo.’ Pablo aclara y enfatiza la capacidad de Cristo para entendernos en todas nuestra debilidades, la clave se encuentra en su Naturaleza humana, como el mismo Pablo lo establece, fue tentado en todo, pero sin pecado.

La Biblia en reiteradas ocasiones nos invita a imitar a Cristo (Juan 13:15; 14:12; Fil 2:5), y a menos que pretendamos que esto se limite únicamente a una cuestión cognoscitiva, tenemos que aceptar a Cristo como nuestro modelo  de vida, aun en aquellas cosas tan cotidianas como lo son el manejo de nuestras emociones. Cada día nos vemos tentados en cuanto a la manera cómo manejamos nuestras emociones; “Jesús experimentó este mismo tipo de conflictos, como por ejemplo en el Getsemaní, donde sus sentimientos le indicaban una cosa pero su visión y misión le indicaba otra” (Leiva, 2003: 4 ).

El presente trabajo está orientado a estudiar las emociones experimentadas por Jesús en el Getsemaní, antes de su muerte. Para esto se tomará como base el relato presentado por Marcos 14:32-38, realizando una comparación con los relatos paralelos de los demás Evangelios. Nos centraremos en el presente estudio en las emociones experimentadas por Cristo durante ese período e intentaremos dar una aplicación al manejo de las emociones de los cristianos del siglo XXI        que sirva como un modelo para los maestros en su tarea formativa.

Se realizará un estudio de palabras4 en donde se refiere o enfatiza los sentimientos de Jesús, se realizará, además, un análisis gramatical comparando las palabras utilizadas por los otros evangelistas para referirse al mismo evento; finalmente, se revisará algunos comentarios para llegar a una mejor comprensión del texto.

 

El testimonio de los sinópticos

Las últimas horas en la vida de una persona que se prepara para morir siempre son significativas y llenas de emoción. La experiencia de Cristo no es la excepción, en las últimas horas de nuestro Señor vemos al Maestro viviendo plenamente su naturaleza humana y experimentando una serie de sentimientos y emociones frente a la amenaza real de una muerte anunciada.

La hora había llegado (Mar 14:35; Juan 17:1) para Jesús, el momento en que debía cumplirse todo aquello que había sido anunciado por Moisés y los profetas era inminente. Frente a todo esto Jesús experimentó, como el hombre que era, temor hacia la muerte, angustia y aflicción de alma y espíritu, su espíritu de supervivencia natural le impedía aceptar que debía sufrir una muerte que no merecía por una humanidad que no valoraría dicho sacrificio.

Lo que Cristo sintió y cómo actuó frente a esos sentimientos es el motivo de nuestro estudio. Con ese fin nos apoyarmos en el relato que aparece en Marcos 14:32-42 bajo el título: “Jesús ora con mucha tristeza”5, de allí extraeremos el versículo 33 en el cual centraremos nuestro estudio: “Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho.”

Analizaremos la oración “y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho.”

Kai.
h;rxato
evkqambei/sqai
kai.
avdhmonei/n
conjunción coordinación 

verbo indicativo
aoristo
Voz media
3 persona
Singular
verbo infinitivo presente
voz pasiva
conjunción coordinación 
verbo infinitivo presente
voz activa 

En los 3 sinópticos se encuentra registrado el relato de la oración, el relato de Mateo y el de Marcos guardan una gran similitud, mientras que Lucas le da otro enfoque6, pero todos concuerdan en que se trata de un combate librado en la oración. Para P. Bonnard (1976:573) no se trata de una oración heroica, que reúne las últimas fuerzas de un hombre en un esfuerzo final, ni de una oración mística que eleva al hombre por encima de sus dificultades, sino una oración humana y filial. Humana, porque, según la antropología evangélica, la esencia del hombre implica ser probado o tentado (y esto implica también la posibilidad intrínseca de pecar); y filial, porque “en el pensamiento mateano, Jesús es el único que enfrenta esta última prueba con la libertad de un hijo que quiere y puede ser obediente hasta la muerte”. (Bonnard, 1976)

evkqambei/sqai (ekthambeisthai) es infinitivo presente después de h;rxato (erjato) puede ser traducida como (lleno de) tristeza, (lleno de) horror, aflicción.7 Todas las ondas y las olas de angustia se derramaron sobre su alma (Sal 47:7b). Literalmente significa “caer en pavor o caer en terror” (Wuest, 1973: 1:41)

Sólo Marcos utiliza esta palabra en su relato, para describir lo que Jesús está pasando. En realidad es una expresión de profunda desesperación “Jesús está completamente destruido interiormente” (Leiva,2003:100) ”temía que su naturaleza humana no pudiese soportar el venidero conflicto con las potestades de las tinieblas” (White,1986:637) y esto lo llenaba de pavor.

Mateo, en su relato del mismo episodio (Mat 26:37), utiliza en primer lugar el verbo lupew (lupeo) que en su forma básica significa afligir, entristecerse. Nosotros lo encontramos como verbo infinitivo, presente y en voz pasiva lupei/sqai (lupeisthai) que podría ser traducido como experimentar pena; “la palabra cubre tanto el dolor físico como la angustia mental”. Físicamente, el dolor es en especial el que es causado por el hambre, la sed, el calor, el frío o la enfermedad, mientras que mentalmente, es la angustia del infortunio, la muerte, el fastidio, el insulto o el ultraje.(Bultmann,2002:529)

avdhmonei/n (ademonein) es un verbo infinitivo, cuya derivación es incierta. La etimología “estar lejos de casa”, no se pueden probar.(Hendriksen,1987:597) Es el mismo verbo utilizado tanto por Mateo como por Marcos, para expresar básicamente angustia, P. Bonnar, señala que esta aflicción de Jesús no es una angustia metafísica, sino de obediencia dolorosa de un siervo sufriente (Sal 42:39)

Comenzó a sentir pavor y agustia8
Lucas 22:44 le llama avgwni,a| (agonia) esta palabra significa “conflicto, tensión”, denota interés por la victoria antes que por la lucha decisiva. (Luc 12:49-50).(Staufer, 2002:29)

¿A qué se debía tal debate?, ¿cuál pudo ser la causa de tal agonía y perturbación? De seguro no era desesperación por desconfianza en su padre, ni por un temor a lo desconocido. Henry Mattew (1984:510) menciona tres puntos como causales de dicho estado agónico: 1) Estaba en un conflicto con los poderes de las tinieblas, 2) tenía que cargar las iniquidades que el Padre había puesto sobre él; los sufrimientos que él iba a padecer era por nuestros pecados y debía cargarlos todos y 3) tenía una visión clara y plena de todos los sufrimientos que le aguardaba, conocía de antemano la traición de Judas, de Pedro, la maldad e ingratitud de los judíos.

Mathew hace una comparación entre la angustia que Cristo experimentó en su pasión y la alegría y gozo con que los mártires enfrentaron la muerte. Para él, Cristo carecía del apoyo y del consuelo que los mártires disfrutaron. La alegría que ellos experimentaban en el martirio se debía al favor divino que en este momento le era negado a Jesús, “los sufrimientos de Jesús eran de diferente naturaleza que de los mártires. Sobre las cruces de los santos, se pronunciaba una bendición que les daba ánimo para regocijarse en el suplicio mismo, pero la cruz de Cristo llevaba una maldición (Gál 3:13), bajo cuyo peso se sentía abrumado de tristeza, y esta tristeza de la cruz de Jesús era el fundamento de regocijo de las cruces de los demás”. (Mattew,1984:)

Es indudable que todo lo anteriormente mencionado estaba incluido en la angustia, pero al ir avanzando la historia nos damos cuenta que fue ese sentimiento de ir siendo abandonado por todos y de tener que afrontar la muerte en soledad aun de su padre Celestial (Mar 15:34), lo que abrumaba su alma. Elena de White describe maravillosamente esta escena al comentar: “el conflicto era terrible... los pecados de los hombres descansaban pesadamente sobre Cristo, y el sentimiento de la ira de Dios por el pecado, abrumaba su vida”. (1986:638) Fueron nuestros pecados los que quebrantaron el maravilloso corazón de Jesús.

Lo que Jesús soportó en el Getsemaní jamás fue soportado por otro hombre ¿Por qué un Getsemaní? ¿Por qué la agonía, las luchas y el sudor de sangre? La respuesta podría ser ésta: para establecer de una vez y para siempre que la obediencia que Jesús presentó no fue impuesta sino que fue enteramente voluntaria, él esta poniendo su vida por sus ovejas. “Aquel sacrificio de todo corazón, en total obediencia a la voluntad del padre, fue la única clase de sacrificio capaz de salvar al pecador”. (Hendriksen,1987:592)

Cristo soportó la ira de Dios, bajo la cual nosotros debiéramos haber muerto eternamente, para que nosotros pudiésemos tener vida. Todo este maravilloso acto de amor es resaltado aun más al ver la angustia, la tristeza, el sufrimiento y la agonía que Jesús como hombre experimentó. Su naturaleza humana no  fue ajena al temor, sino que experimentó como ningún otro lo haría, el temor a la muerte  lejos de su Padre.

Una aplicación para el docente
Sería  una conducta irreflexiva tratar de comparar nuestros sentimientos de tristeza y angustia  con los experimentados por Cristo, pero sin duda la manera como él manejó sus emociones es un ejemplo para nosotros como docentes en la interacción con nuestros alumnos, dentro y fuera del aula.

Día a día enfrentamos distintas situaciones y experimentamos diversos estados de ánimo, que en muchas formas determinan nuestra actitud frente a las actividades que desarrollamos. Como docentes llegamos al aula con un cúmulo de problemas y preocupaciones, mientras que por otro lado los alumnos también se encuentran experimentando diversos conflictos. Pero irracionalmente, al entrar en el aula pretendemos que todo esta bien y esperamos (en ocasiones exigimos) que nuestros alumnos anulen sus emociones y atiendan a la clase con la mejor actitud.

Si aplicamos los principios intrínsicos en el ejemplo de Jesús, entenderemos  que la manera correcta de manejar nuestras emociones empieza por reconocerlas, sin temor ni vergüenza. ¿Porqué debo esconder que estoy molesto, o triste, o cansado? ¿Porqué mis alumnos deben reprimir sus emociones sin poder expresarlas con libertad? En segundo lugar debemos aprender a hacer participe a Dios de lo que nos pasa, aun cuando se trate de algo tan pequeño como nuestro estado de animo. Jesús, en aquellos difíciles momentos de su vida se entrego por completo a la voluntad de su padre, permitiendo que su espíritu llenara su vida. Las situaciones difíciles que nos toca afrontar pueden ser una oportunidad de crecimiento si aprendemos y enseñamos a otros a depender de Dios y aceptar su voluntad.

Cada estado emocional podría convertirse en una tremenda oportunidad de aprendizaje en donde tanto el alumno como el docente, al reconocer  y aceptar sus emociones, aprende a actuar de manera proactiva y de esta forma se prepara mejor para un mundo en donde solo los que son proactivos frente a sus emociones logran el éxito.


Conclusión
El destino eterno de la humanidad está en juego y Jesús es plenamente consciente de lo que está ocurriendo, es precisamente su naturaleza humana la que está reaccionando, “es allí, cerca de su muerte, que Jesús está sintiendo emociones fuertes, que es humano, que está consiguiendo el triunfo eterno donde Adán fracasó”. (Leiva,2003:100)

Leiva discute el asunto de la Connotación moral de las emociones llegando a la siguiente conclusión: “No hay sentimientos que sean intrínsecamente negativos o positivos; tanto los sentimientos como las emociones9 son neutros, es nuestra reacción lo que transforma estas emociones y sentimientos en negativos o enfermizos o en positivos o saludables”. (Leiva,2003)

Aceptando lo anterior, tenemos a un Jesús que sintió y se emocionó al igual que nosotros, un Jesús humano, que reaccionaba a los estímulos externos en forma similar a como nosotros lo hacemos.

Este Jesús nos presenta un modelo “tal como él sintió y se emocionó, pero no pecó nunca, porque manejó sus sentimientos y emociones en forma correcta; nosotros también podemos hacerlo”. (Leiva,2003:101)

Comúnmente se piensa que experimentar algunos sentimientos es pecaminoso y que un cristiano no debería sentir angustia o tristeza, de esta manera se nos invita a reprimir nuestras emociones y esconder nuestros sentimientos; Marcos 14:33 nos muestra a un Jesús que sentía y se emocionaba. 

Pensamos que si el maestro o el alumno  al molestarse  o sentirse  mal llega a demostrar algo de estas emociones, esto es una rasgo de debilidad, fomentando de esta manera el cinismo emocional.

La idea para nosotros hoy es seguir el ejemplo de Jesús reconociendo nuestros sentimientos y proyectándolos correctamente. ¿Cómo lograr esto? nuevamente el ejemplo viene de Cristo, “...Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” (Luc 22:42).

Referencias:
1 Durante los siglos se discutió mucho en  relación a la naturaleza de Cristo siendo el Concilio Vaticano II un hito en la Cristología Católica. En la actualidad, la discusión dentro de nuestra iglesia se centra en el tipo de naturaleza humana con que Nuestro Señor vino a este mundo.
2 Para una interesante discusión en relación a la naturaleza humana de Cristo se recomienda: Roy Adams, La naturaleza de Cristo. (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2003); Atilio Rene Dupertuis, El carpintero divino. (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1995); Miguel A. Victoriano G. Conociendo a Jesús. (Lima, Ñaña: Editorial Imprenta Unión, 2007)         
3 Todas las citas bíblicas son de La Biblia de las Américas (Anaheim: Foundation Publications INC., 1997). Si se menciona otra versión será indicado.
4 Cualquiera palabra fuera de su contexto carece de todo sentido para el análisis de un texto determinado por esta razón realizara dicho estudio tomando en cuenta la oración en la cual participa la palabra, para de esta manera poder llegar a un a mayor comprensión de su sentido, uso y forma.
5 La Biblia en  Lenguaje sencillo. (Korea: Sociedades Bíblicas Unidas, 2000), 201. La versión Reina Valera de 1960 utiliza el titulo Jesús ora en el Getsemani.
6 El relato de Lucas es mucho más corto que el de Mateo y Marcos. Lucas no menciona el hecho de haber Jesús orado en el Getsemani más de una vez, sin embargo eso no es motivo para suponer un conflicto entre Lucas o los otros evangelios. Lucas establece la esencia misma de la oración de Jesús en esa oportunidad. Las adiciones de Lucas con referencia al Angel y las gruesas gotas de sangre, armonizan perfectamente con lo que los otros evangelios comentan del “gran siervo sufriente” debemos agradecer a Dios por permitirnos tener 3 maravillosos relatos de este evento tan trascendente. Comentado en Guillermo Hendriksen. El Evangelio según San Marcos.(Grand Rapids: Subcomisión Literatura Cristiana, 1987), 594.          
7 Otra buena traducción para h;rxato evkqambei/sqai es “comenzo a estar muy asombrado.” Guillermo Hendriksen, El Evangelio según San Marcos. (Grand Rapids: Subcomisión Literatura Cristiana, 1987), 595.
8 Traducción personal.
9 Leiva realiza una diferencia entre sentimientos y emociones, a estas ultimas las describe como cosas pasajeras que generan en nosotros una conmoción y que modifica nuestro estado normal de las cosas, mientras que los sentimientos son mas estables y tranquilos que las emociones. Leiva, “Jesús el Hombre que Sentía”, Marcos: el Evangelio del tiempo Cumplido: leyendo el evangelio de Marcos su mensaje en el pasado y en la actualidad, 100.

Referencias bibliografía:
Alomia, Merling. Ed. (2003). Marcos: el Evangelio del tiempo Cumplido: leyendo el evangelio de Marcos su mensaje en el pasado y en la actualidad. Lima: Ediciones Teológica.
Bonnard, P. (1976). Evangelio según San Mateo. Madrid: Ediciones Cristiandad.
Hendriksen, Guillermo. (1987). El Evangelio según San Marcos. Grand Rapids: Subcomisión Literatura Cristiana.
Kittel, Gerhard. Ed. (2002). Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento. Grand Rapids: Libros Desafío.
Leiva, Joel. (2003). Borrador de Anteproyecto de Tesis Doctoral. Apuntes no Publicados. Lima: Universidad Peruana Unión.
Matthew, Henry. (1984). Comentario Exegético devocional a toda la Biblia: Mateo. Barcelona: Editorial Clie.
White, Elena de. (1986). El Deseado de todas las Gentes. Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana.
Wuest, Kenneth S. (1973).Wuest´s Word Studies, From the Greek New Testament. Michigan: Wm. B. Eerdmans Publishing Company.

(Los demás artículos completo puede encontrarce en el libro de Conferencias y Ponencias del VI Congreso Nacional de Educadores Adventistas, ISBN 978-9972-2886-4-7)