Está por terminar este año, que por cierto ha sido mi primer año como profesional. Hasta hace muy poco había estado acostumbrado a estudiar, depender de mis padres y tener una cuantas (en realidad pocas) responsabilidades. Pero todo ha cambiado, creo que ahora estoy viviendo la vida de verdad.
Tener un jefe (o varios, que es peor), tener más responsabilidades de las que deseas o puedes realizar. Que exista gente que depende de tu trabajo y tener que estar bajo continua evaluación, la verdad es que todo esto me estresa.
Creo que es cuestión de acostumbrarse, como casi todo en la vida.
Para ser justo hay que reconocer que también tiene sus cositas buenas como por ejemplo el poder más independencia (aun cuando las responsabilidades conviertan tus libertades en auto privaciones), tener y administrar tu propio dinero (aun cuando la mayoría de las veces no me alcance para mucho).
Así es la vida, y no queda mas, aunque debo confesar que en ocaciones me gustaría seguir con algunos beneficios de la vida de estudiante y con los privilegios de la vida de verdad…
George Knight - Serie "El Legado Adventista"
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